dijous, 13 de setembre del 2012

Crònica d'un dia entre pinzells...



Nou del matí, el primer que fas és agafar un pinzell i començar a pintar. Corre l’aire, encara no fa calor, ho prepares tot, mires com ho vas deixar ahir i decideixes per on començaràs avui. Seus al tamboret ja que la paret està arran de terra, mentre pintes estires les cames, les arronses, les creues, per un moment penses que tan de bo poguessis  treure-te-les i posar-te-les, et fan més nosa que servei.  Encens la música, avui sona de fons un disc de La Gossa Sorda, ahir, La Pegatina. Et relaxes i t’evadeixes del món. Ara només existeixes tu, la paret els pinzells  la pintura, res més, poc a poc i anar fent. De tant en tant aquesta tranquil·litat en aquest núvol paral·lel al món s’esfuma uns instants quan apareix algun veí encuriosit que passa per allà. Encorben l’esquena i miren la paret, “Passa, si vols” respons ja per inèrcia i rius quan et diuen “Hauries de cobrar entrada” mentre penses “Si, em dones la idea però si et cobro, m’engegues”. I així van passant els dies d’agost, entre pinzells i pots de pintura, i  lletres de cançons que et porten molt bons records. Quan acabes, reculls, et mires al mirall, estàs tota pintada, morta de son, cansada, però contenta. Després, quan algú et pregunta si pintar et relaxa dius que potser si que pintant et relaxes, però no és només això, hi ha quelcom més que no ets capaç d’explicar però si de percebre i de sentir.

Allò que arriba no cal cercar-ho...


Ens passem la vida buscant coses: l’amor, la felicitat, la plenitud, els amics… i no ens n’adonem que potser, si deixem de buscar, de preocupar-nos, aquestes coses arribaran soles, perquè el temps ho arregla tot, posa cadascú al lloc que li pertoca.

Això vol dir que potser passes la vida al costat d’algú que al final acaba sent molt important per a tu, sense ni adonar-te’n es converteix en part de
 la teva vida. A vegades, coneixes una persona i casualment et fas amb ella des del primer dia, i tot i separar-te’n, quan la tornes a trobar notes que res a canviat. Hi ha cops que coincideixes moltes vegades amb algú i arriba un moment que fas un pas per conèixer com és aquella persona, i veus que tens més coses en comú amb ella del que el pensaves. De tan en tan, te n’oblides d’aquella persona que tot i no coneixe’t des de peita és com si ho fes, perquè ha viscut al teu costat els anys que més has canviat, és més, t’ha ajudat a fer-ho. Aquestes persones s’han introduït a la teva vida, moltes com si formessin part de la teva pròpia família.

Finalment, una tarda plujosa d’estiu, com la d’avui, decideixes mirar per la finestra, observar com les gotes d’aigua van precipitant-se des del cel, una per una, cap al terra, on totes juntes formen un rierol que corre carrer avall.
És llavors quan te n’adones, la teva vida és aquell rierol, format per aquestes gotetes, res seria el mateix sense elles. I de sobte penses, que t’has passat gran part de la teva curta vida buscant quelcom que arriba sol. Llavors arribes a la conclusió que quan deixes de buscar-la i obsessionar-te, la felicitat apareix, la porten totes aquestes persones que són part de tu. Apareix com apareix un raig de sol entre els núvols una tarda plujosa de juliol.

dijous, 2 d’agost del 2012

Cuando se cierra una puerta se abre una ventana


Dicen, que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, dándote esperanza, una vía de escape, un lugar por donde salir, o entrar. También hay quien prefiere no abrir ventanas, conformándose con el aire artificial de un ventilador, pero ese es otro tema.
A veces las puertas las cerramos nosotros mismos, dejando al otro lado de éstas todos los monstruos y murciélagos que nos persiguen, y decidimos convertir el resto de ventanas en puertas, abriéndolas, y dejándolas ajustadas, nunca sabemos quien puede olvidarse las llaves y entrar por allí.
Una vez tenemos todas las ventanas convertidas en pequeñas puertas, sin cerrar, esperando visita, y los monstruos aislados tras la puerta cerrada, habiendo dejado ese capítulo atrás, llega una racha de aire repentina que hace que la cerradura de la puerta vieja, destrozada, llena de golpes, y ya débil, ceda, haciendo que la puerta quede abierta de par en par. Entonces, todos los monstruos pasan hacia nosotros, y es allí, cuando nos damos cuenta de que esos monstruos ya no nos dan miedo, nosotros hemos crecido, hemos madurado, descubrimos que podemos pisar esos monstruos y que se conviertan en humo, haciendo que después de soplar fuerte, vuelen muy alto y muy lejos, no vuelvan a aparecer jamás.

dissabte, 26 de maig del 2012

Una sonrisa...


Los labios se estiran, los dientes se entrevén, las mejillas se elevan tapando un poco los ojos, eses ojos que brillan contentos. Las cejas se arquean y tu, tu respiras aliviada, la tranquilidad recorre tus venas, ese sentimiento de bienestar que se extiende. Todo esto es provocado por una sonrisa, una simple sonrisa, una palabra, ahora dicha, pero un gesto que hace un efecto dominó en ti, y en quien te rodea, porqué las sonrisas se contagian.

Yo me dedico a pintar pensamientos, plasmarlos sobre papel, alejando los murciélagos que van comiéndonos por dentro, que a veces son bonitas mariposas, pero cuoseando llevan demasiado tiempo allí se transforman y te van consumiendo, poco a poco, impredeciblemente. Estos murciélagos pasan de mi mano a mi bolígrafo, y de allí se convierten en esta tinta azul con la que escribo, en palabras. Quedando aquí, permanentes, pero sin permanecer dentro del corazón haciendo cada vez más daño.
De esta forma todos esos sentimientos, el dolor, la agonía, la angustia y, a veces un odio sin sentido, desaparecen, haciendo que vuelvas a empezar a escribir, pero esta vez en un papel en blanco, intentando evitar las influencias del pasado, tanto de las mariposas como de los murciélagos, porqué a pesar de todo, son eso, pasado, por lo tanto hay que volver a empezar de nuevo: “Había una vez…”

Punto y aparte.

Punto y a parte. A veces es necesario hacerlo, o pasar página, dejando atrás capítulos que al recordarlos no harán sonreír, o no, pero que son pasados. Es necesario seguir hacia delante, y, aunque podamos derrumbarnos, no hacerlo, ser persistentes, seguir tirando de esa cuerda que nos tira hacia atrás, ser fuertes, caminar, solo mirando hacia delante, pensando en lo que vendrá. Que no es fácil, que hay muchas piedras por este camino, muchos charcos que saltar y muchos árboles que esquivar, pero lo fácil no es divertido y hay que darse cuenta de las cosas buenas que nos trae la vida. Todos esos pequeños detalles que te sorprenden y te hacen ver que, por muy duro que sea todo, siempre existe una recompensa, una sonrisa de agradecimiento por algo que has hecho sin intención de recibir nada a cambio, una carcajada de un niño mirándote a los ojos, siendo feliz, un día soleado, un abrazo de un amigo en el momento que mas lo necesitas, una simple tarde o noche llena de recuerdos que nunca se olvidarán o una simple tarde estudiando. Son estas pequeñas cosas que nos hacen mirar atrás, pensar y darnos cuenta que realmente la felicidad es eso, nada mas que cosas impredecibles, aparentemente sin importancia, pero que llegan al corazón y se quedan allí, en esas páginas del libro que subrayamos con fosforescente para que queden siempre en la memoria de tal manera que no tengamos que recordar todo el libro para pensar en los mejores momentos, en esas personas que realmente vale la pena tener a nuestro lado.

La música...

Foto: "Al carrer sempre s´ hi està bé quan no et queda lloc on anar..." Gran La Pegatina ahir.I aquesta nit després d´ un dia torrats al sol... Lax´ n´ Busto, Bongo Botrako, La Gossa Sorda, Els Amics de les arts...

 La música se va expandiendo, va evolucionando, esa dulce melodía, entra por los oídos y penetra en tu mente, haciendo así que el resto de pensamientos desaparezcan, que la angustia, la nostalgia, la tristeza, se desvanezcan, haciendo así, que la mente quede en blanco, como cuando pintas durante mucho tiempo en una pizarra, y al no tener mas sitio donde escribir, decides borrarla toda y volver a empezar de cero, bocetando la vida otra vez, intentando no cometer esos actos de los cuales te arrepiente, evitando cometer errores pasados…

Errors...

Perquè a vegades a vegades qualsevol cosa pot acabar convertint-se en un error, però, de que val penedir-se’n? De què serveix abstenir-se de segons què per por del futur? Per por d’unes conseqüències que no saps si passaran? Seria millor, per un moment, un cop a la vida, oblidar-se de tot, actuar, fer el que vols, sense pensar, sense donar voltes i sense por. Sense por del que pot ser que passi. Som persones, no som endevins, i si no arrisquem segur que mai sabrem què passar, tant si és bo com dolent. Perquè si realment vols alguna cosa, tot és igual, res importa, només el present…

dijous, 1 de març del 2012

Una sonrisa de oreja a oreja...

Una sonrisa de oreja a oreja, hace creer que está todo bien, que los problemas no existen. Preocupaciones? Qué es eso? Todo a las espaldas, amargándote, creyéndote que así estará todo solucionado. Una cara fingiendo felicidad, una mirada triste, unos ojos que dejan ver un interior oscuro, roto, un bosque de noche, con niebla, desierto, n suave aullido que lamenta e pasado, como cuando una inocente ardilla es atacada por un lobo feroz. A lo lejos se oye el eco inquietante del ruido que hace un riachuelo que pasa lentamente, yendo a parar a un lago, donde la luna es reflejada, rodeado de árboles, oyendo como suenan las hojas al ser movidas por un viento que sopla violentamente queriendo terminar de destrozar los árboles, quitándoles las pocas hojas que no hizo caer el frio invierno. Haciendo que terminen sintiéndose solos, abatidos, destrozados, sin fuerzas para seguir creciendo, para sobrevivir a este invierno tan frio que parece no terminar nunca, no tienen para nada claro que cuando llegue la primavera renacerán; están empezando a darse por vencidos, resignándose a irse pudriéndose sin más hasta que su vida termine…

Hablar sin decir nada...

Las personas somos capaces de comunicarnos mediante silencios. Una pausa en medio de una discursión, una mirada, una simple sonrisa o un destello, un brillo en ŀos ojos son capaces de decir muchas coxas, expresar muchos sentimientos que no somos capaces de expresar mediante palabras. Un abrazo, un roce de manos, subir la mirada al cielo, parpadear muchas veces en una milesima de segundo. Pequeños gestos, detalles casi invisibles, que parecen absurdos, pero las personas nos guiamos por ellos y a veces preferimos hablar sin decir nada...

Empezar de cero...

La música se va expandiendo, va evolucionando, esa dulce melodía, entra por los oídos y penetra en tu mente, haciendo así que el resto de pensamientos desaparezcan, que la angustia, la nostalgia, la tristeza, se desvanezcan, haciendo así, que la mente quede en blanco, como cuando pintas durante mucho tiempo en una pizarra, y al no tener mas sitio donde escribir, decides borrarla toda y volver a empezar de cero, bocetando la vida otra vez, intentando no cometer esos actos de los cuales te arrepiente, evitando cometer errores pasados…

diumenge, 12 de febrer del 2012

¿De qué sirve ser valiente?

¿De qué sirve ser valiente? Es  mejor ser cobarde, guardarse los sentimientos, huir del dolor. Parece que siendo valiente ganas muchas cosas, pero si en general no lo eres, llega un momento que te propones serlo y después de mucho tiempo de pensar decides hacer un acto de valentía, coger el toro por los cuernos, enfrentarte a algo que puede destrozarte por dentro, descargar todo lo que piensas y sacarlo, porque tienes esperanzas, es como una chispa de luz en medio de la oscuridad y las tinieblas.
Nervios, miedo, una lágrima rebelde que se escapa de tus ojos, consigues expresarlo todo, pero de nada ha servido, creías que siendo valiente aclararías tus ideas, pero no, vuelves a tener las mariposas de colores que vuelan por tu cabeza, juntamente con los negros murciélagos que te centran en la realidad que tienes ahora mismo; en cambio las mariposas te dan esperanzas, esas falsas esperanzas que los murciélagos te dicen que  están allí por lástima, por pena, porque ya nada vale la pena, no vale la pena luchar por alguien que no te quiere. Las mariposas empiezan a aceptar que deben marcharse, pero no pueden, se han quedado estancadas en tu cabeza, enganchadas en una vieja telaraña de hilos irrompibles, es por eso que les es imposible irse y desaparecer para siempre.