dissabte, 26 de maig del 2012

Una sonrisa...


Los labios se estiran, los dientes se entrevén, las mejillas se elevan tapando un poco los ojos, eses ojos que brillan contentos. Las cejas se arquean y tu, tu respiras aliviada, la tranquilidad recorre tus venas, ese sentimiento de bienestar que se extiende. Todo esto es provocado por una sonrisa, una simple sonrisa, una palabra, ahora dicha, pero un gesto que hace un efecto dominó en ti, y en quien te rodea, porqué las sonrisas se contagian.

Yo me dedico a pintar pensamientos, plasmarlos sobre papel, alejando los murciélagos que van comiéndonos por dentro, que a veces son bonitas mariposas, pero cuoseando llevan demasiado tiempo allí se transforman y te van consumiendo, poco a poco, impredeciblemente. Estos murciélagos pasan de mi mano a mi bolígrafo, y de allí se convierten en esta tinta azul con la que escribo, en palabras. Quedando aquí, permanentes, pero sin permanecer dentro del corazón haciendo cada vez más daño.
De esta forma todos esos sentimientos, el dolor, la agonía, la angustia y, a veces un odio sin sentido, desaparecen, haciendo que vuelvas a empezar a escribir, pero esta vez en un papel en blanco, intentando evitar las influencias del pasado, tanto de las mariposas como de los murciélagos, porqué a pesar de todo, son eso, pasado, por lo tanto hay que volver a empezar de nuevo: “Había una vez…”

Punto y aparte.

Punto y a parte. A veces es necesario hacerlo, o pasar página, dejando atrás capítulos que al recordarlos no harán sonreír, o no, pero que son pasados. Es necesario seguir hacia delante, y, aunque podamos derrumbarnos, no hacerlo, ser persistentes, seguir tirando de esa cuerda que nos tira hacia atrás, ser fuertes, caminar, solo mirando hacia delante, pensando en lo que vendrá. Que no es fácil, que hay muchas piedras por este camino, muchos charcos que saltar y muchos árboles que esquivar, pero lo fácil no es divertido y hay que darse cuenta de las cosas buenas que nos trae la vida. Todos esos pequeños detalles que te sorprenden y te hacen ver que, por muy duro que sea todo, siempre existe una recompensa, una sonrisa de agradecimiento por algo que has hecho sin intención de recibir nada a cambio, una carcajada de un niño mirándote a los ojos, siendo feliz, un día soleado, un abrazo de un amigo en el momento que mas lo necesitas, una simple tarde o noche llena de recuerdos que nunca se olvidarán o una simple tarde estudiando. Son estas pequeñas cosas que nos hacen mirar atrás, pensar y darnos cuenta que realmente la felicidad es eso, nada mas que cosas impredecibles, aparentemente sin importancia, pero que llegan al corazón y se quedan allí, en esas páginas del libro que subrayamos con fosforescente para que queden siempre en la memoria de tal manera que no tengamos que recordar todo el libro para pensar en los mejores momentos, en esas personas que realmente vale la pena tener a nuestro lado.

La música...

Foto: "Al carrer sempre s´ hi està bé quan no et queda lloc on anar..." Gran La Pegatina ahir.I aquesta nit després d´ un dia torrats al sol... Lax´ n´ Busto, Bongo Botrako, La Gossa Sorda, Els Amics de les arts...

 La música se va expandiendo, va evolucionando, esa dulce melodía, entra por los oídos y penetra en tu mente, haciendo así que el resto de pensamientos desaparezcan, que la angustia, la nostalgia, la tristeza, se desvanezcan, haciendo así, que la mente quede en blanco, como cuando pintas durante mucho tiempo en una pizarra, y al no tener mas sitio donde escribir, decides borrarla toda y volver a empezar de cero, bocetando la vida otra vez, intentando no cometer esos actos de los cuales te arrepiente, evitando cometer errores pasados…

Errors...

Perquè a vegades a vegades qualsevol cosa pot acabar convertint-se en un error, però, de que val penedir-se’n? De què serveix abstenir-se de segons què per por del futur? Per por d’unes conseqüències que no saps si passaran? Seria millor, per un moment, un cop a la vida, oblidar-se de tot, actuar, fer el que vols, sense pensar, sense donar voltes i sense por. Sense por del que pot ser que passi. Som persones, no som endevins, i si no arrisquem segur que mai sabrem què passar, tant si és bo com dolent. Perquè si realment vols alguna cosa, tot és igual, res importa, només el present…